Campo de Calatrava, tierra llana donde aflora el agua de sus entrañas, de lagunas y volcanes, drenada por el Guadiana y el Jabalón, ofrece todo lo que el visitante pueda desear.
Almagro es el cruce de caminos y confluencia de las principales rutas manchegas, antigua capital de la provincia de La Mancha, y referencia actual de la cultura y el teatro. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, debe su apogeo a la Orden Militar de Calatrava, que la eligió su residencia en el siglo XIII. Fue centro de poder religioso, comercial y lúdico, de lo que ha heredado un impresionante y único patrimonio arquitectónico.
Decir Almagro es evocar el teatro clásico, mundialmente conocido por su Festival Internacional y por la inimitable sede que lo acoge, el Corral de Comedias, único en los típicos teatros del Siglo de Oro.
Ciudad Real, fundada por Alfonso X para equilibrar el poder de las órdenes militares y que conserva la majestuosa Puerta de Toledo como reminiscencia de su antigua muralla. Muy cerca, a pocos kilómetros, el Parque Arqueológico de Alarcos, con importantes hallazgos ibéricos y romanos.
Hacia el norte, la naturaleza regala el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, último resquicio de un ecosistema característico de la llanura central de la península. Las tablas fluviales, formadas por el encharcamiento del desborde de los ríos Guadiana y Cigüela, han creado un hábitat singular ideal para las aves acuáticas y un lugar único para que el hombre siga sintiéndose parte del mundo natural. Garzas, somormujos, martinetes... invernan, descansan y anidan en este refugio de aguas tranquilas que refleja el cielo manchego.
Entre paisajes de viñedos, lagunas y sierras cubiertas de tomillo, jara y romero, al sureste de la comarca, emerge la Capital del Vino, Valdepeñas. Nada se entiende en esta ciudad sin la influencia del preciado oro tinto. El Museo Nacional del Vino y las Fiestas de la Vendimia en septiembre son buenas muestras de ello.
Almagro es el cruce de caminos y confluencia de las principales rutas manchegas, antigua capital de la provincia de La Mancha, y referencia actual de la cultura y el teatro. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, debe su apogeo a la Orden Militar de Calatrava, que la eligió su residencia en el siglo XIII. Fue centro de poder religioso, comercial y lúdico, de lo que ha heredado un impresionante y único patrimonio arquitectónico.
Decir Almagro es evocar el teatro clásico, mundialmente conocido por su Festival Internacional y por la inimitable sede que lo acoge, el Corral de Comedias, único en los típicos teatros del Siglo de Oro.
Ciudad Real, fundada por Alfonso X para equilibrar el poder de las órdenes militares y que conserva la majestuosa Puerta de Toledo como reminiscencia de su antigua muralla. Muy cerca, a pocos kilómetros, el Parque Arqueológico de Alarcos, con importantes hallazgos ibéricos y romanos.
Hacia el norte, la naturaleza regala el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, último resquicio de un ecosistema característico de la llanura central de la península. Las tablas fluviales, formadas por el encharcamiento del desborde de los ríos Guadiana y Cigüela, han creado un hábitat singular ideal para las aves acuáticas y un lugar único para que el hombre siga sintiéndose parte del mundo natural. Garzas, somormujos, martinetes... invernan, descansan y anidan en este refugio de aguas tranquilas que refleja el cielo manchego.
Entre paisajes de viñedos, lagunas y sierras cubiertas de tomillo, jara y romero, al sureste de la comarca, emerge la Capital del Vino, Valdepeñas. Nada se entiende en esta ciudad sin la influencia del preciado oro tinto. El Museo Nacional del Vino y las Fiestas de la Vendimia en septiembre son buenas muestras de ello.
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